Estamos tan acostumbrados a ellas que apenas las notamos en nuestro día a día. Las puertas automáticas no sólo nos facilitan la vida, sino que además ofrecen ventajas de las que a veces no somos del todo conscientes.
Quizás alguna vez te hayas preguntado cómo funcionan, y tal vez hasta sepas que dependen en gran medida de los sensores para su funcionamiento.
Pero existen oros aspectos que pocos conocen sobre las puertas automáticas.
Si estás considerando automatizar el acceso a tu oficina, negocio u hogar, te invitamos a leer este artículo hasta el final.
En este post te invitamos a conocer el funcionamiento de los sensores para puertas automáticas, así como sus tipos y principales ventajas.
Contenido
Las puertas automáticas suelen utilizar un sensor de presencia que alerta al dispositivo sobre cuándo abrir o cerrar. Este sensor se conecta a un motor, que se encarga de mover la puerta, cuyas hojas cuelgan sobre una guía de correa dentada conectada a su vez a la corriente.
La corriente eléctrica y el motor son elementos muy importantes en el movimiento de las puertas, pero son los sensores los que posibilitan que estas se abran y cierren al detectar nuestra presencia.
El sensor crea una zona de detección de presencia, y cuando esta es invadida por una persona el primero da la orden al motor a través de un microprocesador, para que se abra la puerta.
El cierre ocurre cuando, al pasar un lapso de tiempo, el sensor deja de detectar la presencia de objetos en su zona de detección.
Actualmente existen dos tipos de sensores que se emplean para abrir puertas automáticas, estos se ven frecuentemente en puertas de edificios, comercios, o incluso en hogares, abarcando el interior de los mismos e incluso los garajes:
Este tipo de sensor funciona mediante un transmisor y varios receptores con sistemas ópticos integrados en un chip.
Cuando el sensor detecta un objeto o persona en su zona de detección, la señal entre el transmisor y los receptores se rompe, abriendo de ese modo las puertas automáticas.
Dicha zona de detección puede abarcar un área más grande o más pequeña, en dependencia de la cantidad de puntos de transmisión que se empleen.
Los sensores de microondas utilizan ondas electromagnéticas que se emiten a partir de un transmisor de radiofrecuencia.
Las ondas se dirigen mediante una antena hacia diversas superficies como paredes y suelos, las cuales las reflejan de vuelta al receptor, manteniendo una frecuencia estable.
Cuando el sensor detecta el movimiento de una persona u objeto, la frecuencia de las ondas se transforma. Y, cuando esto ocurre, el sistema del dispositivo emite la orden de abrir la puerta.
Existen sensores de microondas que pueden distinguir entre objetos aproximándose a la puerta, y objetos estacionarios en la zona de paso, lo cual les permite mantener la puerta cerrada en el último vaso.
Claramente, los sensores de puertas automáticas brindan un buen componente de comodidad para aquellos que las utilizan, pero sus ventajas no quedan ahí. Te invitamos a conocer otras que quizás no habías considerado:
Como puedes haber notado, el funcionamiento de los sensores de las puertas automáticas no entraña grandes misterios. Sin embargo, esto no hace que sean menos útiles y sofisticados.
En casa, podemos incorporarlos gracias a los sensores de puertas Wi-Fi, una opción muy conveniente y económica, que brinda garantías muy similares a los sensores empleados para las puertas automáticas de comercios, edificios y garajes.