Las exigencias de la vida actual nos ha conllevado al uso de mayor cantidad de electrodomésticos y aislar cada vez más los ambientes interiores del mundo exterior y traído consigo enfermedades. Esto nos ha creado la necesidad de purificar o humidificar el aire de dichos espacios.
Para este fin se dispone en el mercado de una amplia gama de dispositivos humidificadores y purificadores de aire que producen un ambiente más agradable. Pero ¿qué es mejor un purificador o un humidificador de aire?
A la vista de sus funcionalidades y prestaciones a la hora de brindar un ambiente libre de partículas dañinas, resulta mejor un purificador de aire. Un humidificador ayuda a evitar la alergia o resequedad en zonas como ojos y garganta, pero no protege contra la alergia o enfermedades virales y bacterianas.
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Los humidificadores de aire son dispositivos que permiten agregar humedad al aire en ambientes secos. Su operación se fundamenta en la nebulización que sufre el agua mediante evaporación, dispersión por aire o por vibraciones de alta frecuencia (ultrasonido).
Generalmente el uso de la calefacción, o del aire acondicionado, reduce la humedad del aire. Esto conlleva algunos problemas de resequedad en las mucosas o en la piel, por lo que un dispositivo que restituya esa humedad resulta esencial.
Existen básicamente tres tipos de humidificadores: humidificadores por vapor frío, humidificadores por vapor caliente y humidificadores ultrasónicos.
Como su nombre lo indica, estos dispositivos purifican el aire de un ambiente determinado. Los purificadores tienen la capacidad de filtrar o eliminar partículas contaminantes y alérgenos como los ácaros, el polvo, el polen u otras partículas nocivas como virus y bacterias.
El sistema de filtración en varias etapas puede también atrapar humo y olores extraños. Como resultado, devuelve un aire mucho más limpio del que absorben haciendo del ambiente un lugar más agradable y saludable.
Existen otras tecnologías para purificar el aire como lo son las precipitaciones electrostáticas o el empleo de ozono. Sin embargo, son los sistemas de filtración por membranas los que se emplean a nivel comercial.
Como ya se ha especificado, ambas alternativas son útiles para evitar las reacciones alérgicas. Bien sea porque eliminen los agentes causantes de las alergias (purificadores de aire) o porque mitiguen los efectos de estos alérgenos mediante la regulación de la humedad (humidificadores de aire).
De igual manera, debes considerar que los humidificadores en el mayor de los casos presentan un mayor consumo energético. También requieren mayores cuidados en su manipulación y mantenimiento.
Un purificador de aire aumenta la calidad de este y reduce la posibilidad de aparición de enfermedades. Sin embargo, no evita la resequedad en el aire y sus filtros deben ser cambiados con una periodicidad entre 6 a 12 meses.
Igual que es posible emplear un termostato inteligente wifi para regular la temperatura en los ambientes interiores. La humedad y la pureza del aire también pueden ser controladas a través de las tecnologías domóticas.
Imagínese un purificador de aire doméstico que se active una vez el robot aspirador inteligente o el robot limpiacristales hayan concluido sus tareas. Tendrás totalmente las superficies y el aire limpios para disfrutar de un ambiente acogedor.
No se lo imagine, porque ya es una realidad. En el mercado podemos encontrar purificadores de aire y humidificadores inteligentes que mediante tecnología WiFi son compatibles con Alexa y Google Home.
Ya no es necesario su control mediante mandos a distancia. Mediante el uso de algunas aplicaciones se podrá monitorear la calidad del aire y la vida útil de los filtros. Con ellos podremos olvidarnos de alergias causadas por el aire que respiramos.
Te has decidido por adquirir un purificador o un humidificador, aquí te presentamos algunas consideraciones a tener en cuenta:
El aire es vida porque en él está el oxígeno que respiramos. Pero ese mismo aire puede matarnos lentamente por todas las partículas que de él tomamos.